X-propiación, de Nelson Díaz
Metate, de Rodolfo Uder
Íncubo, de Sofía Rojas
Michael-Miguel, de Olger Sánchez
Sin título, de Matías Sauter
Trayecto, de Mariana Delgado
Desnudo, de Luis Alfaro
Expulsión del deseo, de Roberto Guerrero
Sin título, de Estéban Angulo
El imposible Olvido, de Eugenio Murillo (Parafraseando a Antonio Gala)
Ventana,de Elizabeth Cordero
Sin Título, de Daniela Linares
Caja de herramientas, de Carolina Valencia
Deriva gráfica, de Andrés Barrantes
Luces, de Agustín Fallas
Instituto Cultural de México, 19 de Noviembre al 7 de Diciembre 2007
Curadores:
German Arciniegas y Luis Fernando QuirósArtistas participantes:
Eugenio Murillo, Carolina Valencia, Olger Sánchez, Roberto Guerrero, Nelson Díaz, Andrés Barrantes, Daniela Linares, Matías Sauter, Agustín Fallas, Mariana Delgado, Sofía Rojas, Elizabeth Cordero, Estéban Angulo, Luis Alfaro, Rodolfo Uder. Yo soy el espacio en donde estoy. Bachelard
Traer algo de sí a la memoria o a la imaginación; situar lugares donde evocar una remembranza de sí, o nuestras andanzas y miradas por la “geografía” de nuestros cuerpos.
Todos situamos un lugar -con su espacio y su tiempo propio- donde invocar el espíritu de un recuerdo, donde posar la mirada interior y con frecuencia retornamos a él con la imaginación, cuando necesitamos llenarnos de aquellos bríos que un día nos golpearon por su fuerza y que nos hacen sorber esa cadencia enredada entre los vericuetos de la memoria.
La idea de “evocaciones” nos lleva a situar esos lugares, quizás de el mismo cuerpo que nutren una memoria cargada de ensimismamiento yo autorefertencialidad, que puede envolver al espectador en su propio diálogo consigo mismo.
La idea de esta muestra surgió a partir de observar el video de la instalación “Aquarimantima”, 2000, de la artista Carolina Valencia en las playas de Cartagena de Indias, en la cual ella se muestra conversando consigo misma reflejada en el fondo de un foso repleto de agua de rosas, que a su vez está sumergida en una carpa colmada de recuerdos del sitio: hojas, semillas, astillas de maderas de esas que portan los mares a las costas en su eterno flujo de ir y venir. Se trata de un discurso de la intimidad, de in/timarse para mover los sentidos del otro a través de la evocación y la situación de un determinado lugar que esta siempre muy presente en cada uno.
La selección de la obra es muy variada, en tanto los lugares evocados por cada uno de los artistas participantes son muy distintos, por lo cual los materiales y los formatos son tan variados como los recuerdos: digo, en la curaduría consideramos fotografías, foto-instalaciones, esculturas, una deriva gráfica, entre otros.
Luis Fernando Quirós, noviembre 2007
